domingo, 10 de marzo de 2024

Detrás de la verde arboleda, de Ricardo Pérez Montfort (Texto leído en la Librería Mar Adentro el 9 de marzo de 2024).

Quiero iniciar invocando un saber compartido: conformamos una sociedad multicultural. Nuestra diversidad creativa es tan amplia que permite, todavía, que las prácticas cotidianas de una región del país sorprendan y amplíen, con frecuencia gratamente, nuestras formas de percibir el mundo y compartirlo. Supongo que algo parecido ocurrió al doctor Ricardo Pérez Montfort cuando primero durante la niñez, de la mano de sus padres, y luego en la juventud, como parte del equipo de trabajo encargado de transmitir desde Radio Educación los primeros Encuentros de Jaraneros que se llevaron a cabo en Tlacotalpan, accedió al abigarrado complejo cultural que denominamos Son Jarocho que incluye, como sabemos, música, poesía y baile. Contiene muchas cosas más que conforman, a poco, un universo peliagudo cuyas reglas escapan con frecuencia al entendimiento de los desprevenidos. Ese micro cosmos capturó el interés del autor del libro que nos reúne. Como consecuencia, y basado en sus amplios conocimientos del entramado social y de las prácticas culturales de los pueblos de México, pero, sobre todo, a partir de su elevada sensibilidad social e individual, fue construyendo un notable conjunto de reflexiones, análisis y valoraciones que se han ido publicando a lo largo de los años, de manera paralela a su destacada producción científica e intelectual en otros órdenes sociales e históricos igualmente importantes. Con los años, ese conjunto de textos luminosos sobre el Son Jarocho, publicado en diversas revistas de divulgación científica y social, fue construyendo un corpus teórico y analítico de gran relevancia que reclamaba claramente ser conjuntado y difundido de manera homogénea. Tal tarea fue cumplida cabalmente por nuestro amigo y compañero, el Doctor Álvaro Alcántara, quien realizó una cuidadosa selección de los textos producidos, lo que permitió integrar Detrás de la verde arboleda, el volumen antológico que hoy presentamos. La lectura del libro permite advertir que las nociones que tenemos a la mano para explicar la complejidad de la música más reconocida como emblemática del Sotavento veracruzano y regiones circunvecinas, tales como caribeño o jarocho son construcciones tan necesarias como arriesgadas ya que con frecuencia conducen a la integración de estereotipos culturales, es decir de nociones de lo propio, que suelen concluir en representaciones externas totalmente ajenas a la identidad real de los actores culturales y sus prácticas cotidianas. Supongo que fue que de esa manera que la imagen del jarocho vestido de blanco, con paliacate al cuello y eternamente alborozado, reemplazó en la percepción popular al hombre de campo que, al concluir la jornada, descuelga la jarana e interpreta con sus compañeros los sones, la versada y el baile que heredaron de sus ancestros y agregan a esa producción lírica nuevos versos, que le sirven para expresar su estado de ánimo y sus expectativas a corto y largo plazos. Detrás de la verde arboleda otorga una dimensión real, que no es pequeña, a la producción simbólica de los jarochos y permite advertir los avatares que han hecho posible el milagro de su difusión entre los estamentos medios de la sociedad civil de México y de varios países del extranjero. Tal vez, me atrevo a pensar, este auge mediático sea resultado, desde luego, de las virtudes intrínsecas del género, pero, además, de la inusitada difusión que alcanzó en toda la República, cuando un grupo de jóvenes productores de Radio Educación (y no quiero dejar de mencionar aquí los nombres de los queridos Graciela Ramírez y Felipe Oropeza) difundieron a través de Radio Educación los Encuentros de Jaraneros en Tlacotalpan. Ricardo Pérez Montfort se presenta así, ante nuestros ojos, no sólo como unos de los más altos estudiosos del Son Jarocho, sino, además, como uno de sus más destacados promotores. Todos los jarochos deberíamos estar agradecidos con él por ambas razones.